Le llama la atención a mucha gente la cantidad de cosas de las que puedo hablar con mi madre. Los tabúes no existen en mi casa, y realmente nos calentamos hablando de la política en Cuba o nos reímos del campeonato de pajas norteamericano. Todo vale. No sería la primera vez que me quejo durante la comida de los gemidos de mi hermano durante sus ratos de ocio... y con su novia al lado.
La cosa es que hoy hablaba con mi madre de que no sé lo que quiero, y de lo poco que eso me preocupaba. Ella me comentaba que hasta cierto punto es normal, pero que los años pasan, y debería ir preocupándome por lo menos de saber lo que no quiero.
Le hice ver el vídeo aquel del viejo del protector solar. No creo haber visto ningún video mejor que ese en todo youtube.
Mientras yo le resaltaba eso de "No te preocupes por el futuro, o hazlo sabiendo que es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación mascando chicle", o aquella de "No te sientas culpable si no sabes muy bien lo que quieres de la vida"... y sobre todo aquella de "Disfruta de tu cuerpo".
Ella, que ya tiene su años, hacía hincapié en las de "Cuida tus rodillas" o "No juegues con los sentimientos de los demás"...
Me resulta curioso, pero realmente los dos estábamos de acuerdo en todo, pero cada uno barría para casa. Le discuto muchas veces por afición a discutir y bromear, pero en el fondo tiene razón. No me hace feliz no saber lo que quiero de la vida. Me gustaría tener claro lo que quiero o a quienes quiero.. ¿Hay algo más triste que eso?.
Todas estas tonterías nos ocurren por el tiempo libre que nos sobra, estoy convencido que con el ritmo de vida que llevaba hace un año no tenía tiempo ni tan siquiera de plantearme de lo que quería... es más, probablemente no tenía tiempo para darme cuenta de si quería o no algo o a alguien... pero no pasa nada, si nos ponemos a mirar el lado bueno a las cosas, "ya mismo" salimos de la crisis...
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