Zombieland

Acabo de llegar de Málaga de ver el preestreno de Zombieland patrocinado por Fnac con Olav y C. Sinceramente, me alegro mucho de haber madrugado el sábado para ir a por las entradas, aunque según C. mi vida es tan triste que me regalan dos entradas y voy solo. Yo soy así, qué le vamos a hacer.

La película es genial, de lo mejorcito que debo haber visto este año, porque me he reído durante gran parte de la película. Aunque a decir verdad en esta época de mi vida en la que me hace tan gracia el humor negro, era lógico que me partiera de risa con el humor "muerto". Y es que Zombieland combina un poco de gore, un poco de thriller, un poco de romance y un mucho MUCHÍSIMO de comedia.

Si lo pensamos fríamente la única forma de explicar el argumento sería como ver Soy Leyenda pero sin parar de reírte en hora y media. Me he sentido infinitamente identificado con el protagonista. Yo soy la versión fea de "Columbus", que es como se apoda durante toda la película el protagonista.




Hoy he comprendido que lo que en realidad quiere decir la gente cuando habla de interés, quiere decir egoísmo, y claro, anoche era tan tarde que fue imposible notar el matiz. Fallo mío.

Por otra parte me he dado cuenta de que no voy a volver a encontrarme a gusto en una relación jamás. No estoy diciendo que no vaya a enamorarme otra vez, sólo digo que todas mis relaciones serán nefastas en una altísima probabilidad. No, no es mala fortuna, ni es un lamento nocturno como tantos otros. No sé cómo se llamará el síndrome, pero en términos cineastas será como ver Serpientes en el avión justo después de ver La vida es bella, por ejemplo.

Tampoco es el fin del mundo. Hoy he tenido un muy mal día, he tenido una especie de ruptura sentimental con easyJet que no creo que tenga arreglo. Esta vez tampoco, para variar.