Lo que no entienden es que a mí ahora lo que me interesa es buscar chorradas, fotos curiosas, precios surrealistas, errores de imprenta, horarios de 25 horas, y un largo, casi interminable etcétera de chorradas.
Hoy M. me alegró el día porque, buscando este blog en las profundidades del mar de Google, encontró mi viejo blog, que ni yo recordaba que existía y tiene siete meses más de mi vida que, junto a estos 3 años y pico completan los 4 años de vivencias cibernéticas. Había otro aún más viejo, que aún no conseguí recuperar. Abarcaba los años 2004 y 2005. Me gustaría recuperarlos algún día y poder decir que tengo toda mi vida adulta escrita en internet.
Os dejo una canción (sobre todo a ti, que en realidad no creo que la oiga nadie más) que me tiene como loco desde hace un par de días. Una de esas canciones que me mezclan dos mareas, una muy fría y deprimente y otra muy cálida que me da energías como para atreverme a chocar contra un tren y tirarme de los pelos de la euforia.
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