4/5/10

And guess what

Estoy triste porque he perdido mi pendrive. Creo que cuando pasan este tipo de cosas a uno le preocupa más el hecho de no poder recordar con exactitud lo que tenía dentro que el hecho de perder el pendrive.

Siendo sincero tengo que aclarar que el pendrive cumplía su función pero no tenía ningún carisma. Era tan común que hasta se aburría uno de mirarlo... y eso que el mío tenía alguna modificación.

Foto de archivo del pendrive desaparecido

Ahora tengo que comprar otro porque no puedo dejar de tener algo que ya tenía. Es como bajar un peldaño en la escalera del bienestar (que en mi cabeza viene de bien = muchas -> estar = cosas). He estado mirando y los que tienen personalidad son muy caros, y perder un pendrive con personalidad que encima te ha costado 90€ debe ser como perder a un hijo, así que volveré a comprar alguno tan feo como el anterior, para que el próximo que se lo encuentre se aburra como yo.



Ha vuelto el frío a Madrid... vaya rabia, con lo feliz que era yo con bermudas y chancletas todo el día. Hoy la mínima son 2º, la máxima 13º. Aún así me iré a comer a la calle huertas con Raquel, que hacen unas cosas super raras que se llaman "rotos". Básicamente son panecillos muy ricos rellenos de chistorra y huevos, o carne en salsa, o mil movidas más. Muy recomendable.

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