12/5/10

Las pequeñas cosas

Hoy llevo todo el día dándole vueltas a los mismos asuntos. Me alucina hasta qué punto es cierto que las pequeñas cosas son la clave de la felicidad. Una palabra amable inesperada, una canción familiar en medio del mediamarkt, un sabor de la infancia... pero es difícil provocar esas pequeñas cosas.


Me parece que la relación entre las pequeñas cosas y ese sentimiento tan agradable (al que asocian la felicidad) es el factor sorpresa, por eso el simple hecho de abrir una lata de aceitunas es una cosa pequeña que no me hace feliz, pero si las aceitunas compradas de casualidad saben igual que las que me tomé en casa de mi abuela la última vez, me darían ganas de llorar -aunque no lloraría, que soy muy machito para llorar-.

-Inciso: Y hablando de pequeñas cosas, hoy en el Worten, encontré en uno de esos cajones de prebasura una caja enorme, con la serie completa de Rebelde Way en 12 DVDs, la película que jamás veré, una camiseta de chica talla M, y un montón de postales del grupito completo por... ¡4,95€! No pude evitar traerlo a casa. Me trae muchísimos recuerdos de una amiga que tenía que se llamaba María, con la que compartíamos casi cada capítulo telefónicamente.-

¿Y por qué llevo todo el día pensando eso?. Ni idea, hay días que me levanto filosófico, lo cuál es tan inútil como frustrante. Por ejemplo, hoy también he confirmado aquello de que todo tiempo pasado fue mejor. Es decir, incluso sin haber sido mejor, y eso me da mucha rabia. Es increíble lo mal que lo pasé el año pasado en términos globales, y ahora ya lo recuerdo incluso con cierto cariño. Y digo que frustra un poco, porque tengo la sensación de que la buena imagen que nos queda casi siempre del pasado nos impide disfrutar al 100% de las oportunidades del presente.

La canción de hoy es de esas que me pondría para dormir cada noche durante mucho tiempo, es de un grupo islandés que me transmite paz. Y como paz es lo que deseo transmitir, ahí queda :P.

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