10/5/11

Día 53

Hoy me ha ocurrido lo típico de que tuve una idea. Algo de lo que venía a hablar, o quejarme, o meditar. Entonces entro en Blogger.com, le doy a "Nueva entrada" y FLASH. Me quedé en blanco.


Tampoco es de extrañar, en un día en el que decir que ando disperso es un eufemismo para no decir claramente que estoy gilipollas. De estos días en que bajas hablando por el móvil a coger agua, y cuando subes te has dejado el móvil, y cuando bajas a por él, te bajas con el agua y te la dejas allí al subir con el móvil.

Sí, uno de esos días en que ningún pensamiento se abre y se cierra, sino que todos se abren y quedan en esa nebulosa de cavilaciones y elucubraciones de la que sabes que nunca volverán. No habrá final feliz para ninguno de los pensamientos de hoy. Muchas miradas perdidas, muchas frases sin sentido, y mucho paso en falso.

Algo no va bien. Es el único pensamiento recurrente que entra y sale de la nebulosa sin traer consigo ninguna novedad. Algo no va bien. De acuerdo, algo no va bien ¿pero qué es? ¿será conmigo? ¿será a mi alrededor?

Está bien, he aceptado que nunca sabré lo que es. A cambio, exijo como parte del trato, que este estado de estupidez permanente termine cuanto antes. Lo mismo me da la risa floja que me entran ganas de llorar. Lo mismo me pega escuchar "Raise your glass" que de repente me pongo melancólico con "Bizarre love triangle". Si no fuera porque aún me deberían faltar un par de años, consideraría la menopausia masculina como una seria opción.

También tengo últimamente la sensación de que el mundo es una cosa extremadamente inestable. Que un mal paso y se irá todo a tomar por culo. Es más, el sábado mientras bajaba las escaleras, un escalón se hundió literalmente cuando pisé uno de sus laterales. Llamadme paranoico, pero quizás sea una señal. Y quizás también explique el cómo me partí la crisma bajando las escaleras a oscuras.


Y hablando de cosas que se hunden a mis pies, el plan de volver a Berlín con Diego y Yanyan se hundió también. Para eso están los planes, al fin y al cabo. Si no existiera la posibilidad de que se jodan lo llamarían... no sé, sólo "hacer cosas", a secas.

A cambio, he hecho otro plan, y es ir a Suiza. A conocer Ginebra, concretamente, unos días a principios del mes que viene. Allí los hoteles cuestan una fortuna; de mínima 500€ cada noche, por lo que hemos decidido pasar el día en Ginebra, y huir a Francia para dormir. Será como exiliarnos cada noche huyendo de los puñales de los empresarios hoteleros suizos. Toda una aventura oiga...

Y Berlín puede esperar. Y tanto que puede esperar.

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